Detalle de la Obra:
Regalado a Felipe IV por el Cardenal Massimi en 1654. El monarca dispuso la pintura el su despacho del Cuarto Bajo de Verano, donde figura por primera vez en el inventario del Alcázar de Madrid de 1666. Tras el incendio de 1734 pasaría a decorar el Palacio Real nuevo hasta su traslado al Prado.