Detalle de la Obra:
Todo parece indicar que la pintura fue entregada por Tiziano en enero de 1548 a Carlos V. El Emperador la regalaría al Cardenal Granvela, perteneciendo posteriormente al Conde de Cantecroix y al emperador Rodolfo II, quien terminaría regalándola a Felipe III. En 1636 decoraba la llamada "Pieza última de las bóvedas en que Su Majestad se retira después de comer" del Cuarto Bajo de Verano del Alcázar de Madrid. Poco después se trasladaría, junto con el resto de cuadros mitológicos de la colección real, a las famosas Bóvedas del Tiziano. Allí se inventaría en 1666, 1686 y 1701. Tras el incendio del Alcázar de 1734 pasó primero al obrador de los pintores de cámara y posteriormente a la Sala Reservada de la Academia de San Fernando. Ingresó en el Prado en 1827.