Detalle de la Obra:
Pintado para el refectorio del Convento de Agustinas de San Leandro de Sevilla. En 1810 el convento lo vendió a Manuel del Real. Posteriormente formó parte de la galería española de Luis Felipe en el Louvre. Tras su venta en 1853 pasó por diversas manos hasta su adquisición por el Estado Español en 1975, momento en el que se adjudicó al museo valenciano.