Detalle de la Obra:
Procedente de la iglesia de los Capuchinos de Sevilla, en 1813 fue trasladado a la Academia de San Fernando de Madrid. Sería devuelto a su primitivo emplazamiento un año después pero ya en 1828 volvía a estar en Madrid en poder de los Madrazo, de quienes pasó a manos del infante don Sebastián Gabriel de Borbón. En 1833 sería incautado para el Museo de la Trinidad, siendo devuelto a su antiguo propietario en 1861. Finalmente sus herederos lo pondrían en venta hasta acabar en el museo alemán.